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miércoles, 5 de febrero de 2014

Fofo

                         

           Había una vez… en la ciudad de los ratones, llamada “Ratalanthia”  un ratón llamado Fofo que se alojaba en un hueco que había en la pared de un viejo edificio...  Un día decidió buscar un  buen trabajo para poder comprar más queso para alimentar a su numerosa familia que cada día iba creciendo más y más…
            Fofo salió de su casa muy temprano despidiéndose de su esposa ratona llamada Pelusa y de todos sus hijos con un hasta luego porque eran tantos que no pudo darle un beso a cada uno. En el camino se compró un periódico;  la mañana estaba muy tranquila así que prefirió ir caminando porque todavía no  había olvidado lo que le pasó aquel día con su amigo la ardilla Pecas al que nunca olvidaría.
Por los alrededores no había ningún gato a la vista así que siguió su camino tranquilamente…
           Era un ratón muy precavido, siempre llevaba un spray de pimienta en el bolsillo por si acaso se encontraba con los gatos malvados que rondaban por todos lados  siempre al acecho con el propósito de atrapar algún ratón  incauto para su cena o para llevárselo a la malvada rata la más fea que se hubiese visto en el mundo, quizá en el universo.
             Cuentan una leyenda que hace muchos siglos esta horrorosa rata fue una malvada y espantosa bruja que vivía en Salem cuyo peor defecto era ser terriblemente ambiciosa. Adoraba el dinero, el poder y odiaba tanto a los niños que disfrutaba  robándoles la felicidad, observando cómo iban creciendo tristes, amargados y cuando eran adultos no sabían amar y terminaban siendo tan malvados como ella para siempre.
En Salem le hicieron un juicio condenándola a ser una rata de por vida como a tantas otras brujas malvadas quitándole sus poderes para siempre con su propia vara mágica que después quemaron, destruyéndola  eternamente para que ninguna bruja pudiera usarla y tampoco algún mortal ambicioso (que de esos hay muchos);  pero lo que no se dieron cuenta es que nunca pudieron quitarle la maldad que fue creciendo cada día más y más… El odio a los niños felices aumentó jurando vengarse algún día de todos.
  Se preguntarán cómo…
               Los gatos habían hecho un plan fabuloso para atrapar muchos ratones para llevárselos a la rata malvada llamada “Bellalinda”…  ¡sí, ese era su nombre! Un nombre que representaba todo lo contrario de lo que en la realidad era esa malvada bruja, ella era una rata más grande que lo normal, lampiña y de color anaranjado con los ojos saltones de color rojo… muy rojos que al mirarte sentías el odio que despedía de ellos y toda la maldad que tenía escondida en su alma , sus uñas las tenía moradas por lo vieja que era y muy largas que parecían pequeñas espadas afiladas ,sus dientes lucían muy puntiagudos y muy amarillos, ni que hablar de su mal aliento que cuando le gritaba a los gatos ( porque a veces se les escapaba un ratón) poniéndole la cara junto a la de ellos dándoles un grito que hacía que el pobre gato se desmayara de la impresión y del mal olor…
¡Qué asco…………!
Porque a la rata Bellalinda le gusta fumar mucho haría cualquier cosa por un puro o un habano fuerte muy fuerte. le gustaba que el humo invada sus pulmones soplándolo después en fuertes bocanadas mezclando su mal aliento con el olor a tabaco por toda la habitación haciendo que los gatos contengan la respiración por varios minutos hasta ponerse morados eso pasaba una y otra vez mientras la ratona fuma y fuma, habla y grita tanto que a los gatos o quién la escuche hace que le duelan los oídos quedando mareados y aturdidos sin llegar a entender nada de lo que les decía con esa voz más espantosa que su propio aspecto .
               El plan de los gatos estaba funcionando de maravillas, sólo necesitaban algunos ratones ingenuos que se creyeran el cuento que ellos habían puesto en el periódico:   “Ratinoticias” ; este era el periódico más famoso que leían todos los ratones de la ciudad “Ratalanthia” y de todo el mundo, estaba traducido en varios idiomas y también tenía su propia página Web, imagínense que popular era.
               Fofo buscaba un parque en el camino, se sentó y comenzó a leer la sección donde se buscaba trabajo en el periódico.
 ¡Un momento! ¡Oh no!  El periódico que está leyendo es el ¡Ratinoticias!
Es el periódico donde los gatos habían tendido una trampa a los pobres ratoncitos, ojalá que no caiga en la trampa de los gatos malvados.
Fofo pone atención a un trabajo que dice:” se necesitan ratones de muy buena presencia no importa experiencia, para trabajar como repartidor de monedas acercarse a la avenida los tulipanes 520, preguntar por Bellalinda. Aparte de su paga con el mejor queso de la ciudad se le darán muy buenas comisiones con queso importado”.
A Fofo le pareció que ese trabajo era fabuloso así que se dirigió a esa dirección rápidamente (vaya a ser que haya muchos como él buscando un buen trabajo y era una buena oportunidad como para perdérsela), fue corriendo y llegó;  vio una cola enorme y un montón de ratones como él buscando un buen trabajo, se puso en la cola y esperó su turno. Comenzó a anochecer y ya se sentía muy cansado pero decidió esperar, lo que Fofo observó es que parecía que les habían dado trabajo a todos porque ninguno había salido.
Pensó que quizás era una enorme fábrica o empresa que necesitaban muchos ratones para que trabajen allí

                Después de mucho esperar por fin llegó su turno, cuando llegó a recepción vio dos botones: “uno rojo y otro verde”.
 A Fofo le pareció un poco raro porque no había nadie y se comenzó a poner muy nervioso hasta que escuchó una voz femenina que le preguntó su nombre, contestó: —me llamo Fofo pero no veía a nadie y la voz le seguía dando indicaciones: — aprieta el botón verde y pregunta por Bellalinda que te va atender personalmente, gracias
¡Felizmente que no le tocó el botón rojo porque Fofo se hubiera convertido en la cena de los gatos!.....el botón rojo era para los ratones que se veían apetitosos, gorditos, musculosos;  los gatos estaban felices pues habían muchos ratones así con esas características y se estaban dando un gran festín, en cambio el botón verde era para los ratones flacuchentos, escuálidos mejor dicho que pasaban desapercibidos… de esos habían pocos ya que la nota del trabajo decía: “ muy buena presencia” , los gatos lo habían mandado a publicar así para salir ganando, porque pensaban que la rata Bellalinda no se merecía ganarse todos los ratones porque ellos hacían todo el trabajo de conseguírselos a cambio de pocas latas de atún además a los gatos les gusta comer ratones.

                   La rata Bellalinda estaba muy disgustada  con los gatos, se paseaba por la habitación mientras fumaba un puro tras otro nerviosamente  porque ese día no estaba teniendo suerte con la cantidad de ratones ya que sólo le habían llegado veinte. Los pobres ratoncitos estaban amarrados en la otra habitación, no sabían qué les iba a suceder…….Bellalinda comenzó hacer sus cálculos y el dinero que iba conseguir no era mucho, cuando escuchó  el timbre rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnnnnnn,rrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnn,  por fin otro ratón— se le escuchó gritar;  ya había pasado varias horas que estaba esperando que ese timbre vuelva a sonar.
Fofo vio que se abría una puerta y una voz espantosa le decía:
por favor entra,
 Tenía un mal presentimiento quiso coger su spray de pimienta cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza. Cuando despertó estaba amarrado junto a otros ratones que se encontraban igual de asustados que él porque lo que tenían al frente que los miraba con esos ojos rojos riéndose tirándoles de vez en cuando bocanadas de humo,  era lo más feo que habían visto en toda sus vidas, una inmensa rata espantosa y mal oliente, los pobres ratoncitos pensaban que se los iba a comer. Bellalinda acercándose y tirándoles mucho humo les dijo:
 Mis queridos amigos
Cuando los pobres ratones escucharon “amigos” se calmaron un poco…
 Disculpen que los tenga amarrados es por seguridad, lo que quiero decir es que desde hoy ustedes mis pequeños son mis ¡esclavos!
Eso dijo la malvada rata desde este día los ratoncitos iban a ser sus esclavos.
Fofo no podía creerlo fue en busca de un trabajo y ahora se había convertido en un esclavo de una rata sucia, Bellalinda les dijo: nadie podrá escapar porque si lo hacen serán cena de los gatos, ahora si se portan bien y hacen todo lo que les digo quizá algún día puedan volver a ver a sus familias;
pero si no obedecen… sus familias se convertirán en mis esclavos también
Volviendo a repetir con su voz chillona y espantosa:
y ustedes serán la mejor cena para los gatos  ¡entendieron!…….
 Todos los ratoncitos incluyendo a Fofo dijeron tímidamente: —siiiiiiiiii
                 Bellalinda,  con su uña rompió las cuerdas que ataban a los ratones y cuando vio que ninguno intentaba escapar les dijo: muy bien que entendieron, ahora les diré cuál es el trabajo que van a realizar desde hoy, estos cinco ratones se van al área de la limpieza  
Y los mandó rápidamente al área de la limpieza es que a Bellalinda le gustaba mucho que todo brille y en especial las monedas que tenía en un gran almacén, esos pobres ratones ya nunca podrían salir de allí, porque era un sitio secreto y lo que no sabían es que iban a envejecer limpiando las monedas y nunca volverían a ver a sus adoradas familias, felizmente que entre estos cinco ratones no estaba Fofo...
¡De lo que se libró Fofo!  Quizá él logre ver a su familia algún día…., ahora quedaban dieciséis  ratones, ¡cuál era el trabajo que les daría Bellalinda…….!
                      Pelusa, estaba muy preocupada por que no regresaba su adorado ratón y ya estaba amaneciendo, pensó en llamarlo cuando ¡oh! vio que el celular de Fofo estaba en el aparador, se había olvidado de llevárselo esto la preocupó más pues ahora sí que no sabia como ubicarlo y ya estaba amaneciendo, Pelusa comenzó a aterrorizarle la idea de que a Fofo le haya pasado lo mismo que a la ardilla Pecas y que nunca más volvería a ver a su adorado ratón Fofo, ahora que le diría a sus pequeños ratoncitos y se preocupó más todavía cuando se acordó que el queso se estaba acabando ¡oh ¡ snif snif snif se puso a llorar desconsoladamente……………
                       Los dieciséis  ratones entre ellos Fofo estaban muy temerosos, uno le preguntaba al otro cuál sería el trabajo que esa fea rata les daría,
cuando escucharon a Bellalinda decirles: ¡cállense no murmuren a mis espaldas!  Los quiero callados muy callados, sólo pueden hablar cuando yo lo permita ahora pongan mucha atención, pero mucha  atención
Esto les decía mientras meneaba el puro entre sus dedos y esparciendo el humo por toda la habitación mientras entraban algunos ratones a limpiar los puchos de los puros que botaba Bellalinda, después salían rápido antes que la rata los hinque con su uña afilada o los enrosque con su inmensa cola lanzándolos como bolos, eso la divertía mucho, Bellalinda mirándolos fijamente comenzó a decirles cuál era el trabajo que cada uno iba a realizar , Fofo no podía creer lo que escuchaba,  él ¡no podía realizar ese trabajo! él no era un ¡ladrón! , y gritó muy fuerte:  ¡no soy un ladrón!  
Bellalinda cuando lo escuchó lo enrosco con su cola y lo acerco muy cerca de su cara y tirándole una bocanada de humo que casi lo ahoga, mirándolo con sus ojos rojos le dijo: tú tienes que hacer lo que yo te diga o sino traigo a tu ratona y ratoncitos a hacer tu trabajo y tú te convertirás en la cena de los gatos, decide ¡haces el trabajo sí o no!
Fofo se sentía derrotado tenía que aceptar ese trabajo que no le gustaba, que horror el mismo había caído en la trampa que tendieron esos gatos. Fofo tuvo que decir sí ya que primero era su familia y no quería que estén en la situación tan fea en la que él estaba.
               Todos se preguntarán cuál era ese trabajo que la rata Bellalinda les dijo a los pobres ratoncitos que tenían que realizar, pues yo se los voy a contar, el trabajo era que los ratoncitos tenían que robarle las “monedas” que los otros ratones les ponían a los niños cuando estos les dejaban sus dientes de leche bajo la almohada, ¡se imaginan que mala que es!  Cuántos niños se quedaron tristes al ver que el ratón no les puso sus monedas cuando se les cayó el diente de leche y para colmo la rata malvada también los obligaba a  robarles los “dientes de leche”, que dejan bajo la almohada antes que les pusieran las monedas.
¡Pobres niños! Eso es lo que pensó el ratón Fofo, él no podría hacerles eso, porque el ratón Fofo había trabajado por un  tiempo, como el ratón que pone  las monedas a cambio de los dientes de leche y le gustaba ver como los niños se ponían felices al ver las monedas al día siguiente….
                    El trabajo del día había finalizado y los ratones le llevaban a Bellalinda todas las monedas que ese día habían robado a los niños y también los dientes de leche,  Bellalinda comenzó a contar las monedas y los dientes de leche, y no le pareció que eran suficientes, gritándoles les dijo: que no parecía que habían ido a todas las casas de esos niños llorones
Bellalinda estaba en lo cierto los ratones le habían hecho trampa pues no habían robado las monedas y los dientes de leche a todos los niños porque algunos eran tan tiernos que se les rompía el corazón si les quitaban las monedas de sus dientes de leche, así que no les robaron a todos y no habían recolectado muchas monedas, ni dientes de leche suficientes, lo que hizo enfurecer a la malvada rata fea. Era un trabajo que no les gustaba a los ratones así que cuando los guardianes de Bellalinda que eran los gatos tramposos, no los observaban se reunían y preparaban una gran fuga, pero tenían que buscar cuál era el punto débil de la rata malvada Bellalinda.
                   Cuando llegaba la noche los ratones trataban de buscar a los ratones que trabajaban limpiando las monedas porque ellos eran los más antiguos ya que nunca volvieron a salir de ese lugar, y podían conversar con los ratones que hacían la limpieza porque ellos les llevaban las monedas al desván y ellos estaban más cerca de Bellalinda. Uno de esos ratones les contó que un día un ratoncito llamado Ponchi que sería uno de los sobrevivientes de los primeros ratones que atraparon los gatos para llevárselos a Bellalinda les contaron que él descubrió el secreto más guardado de la rata malvada, y que por eso lo condenó a estar solo en un desván contando las monedas que la rata cambia por tesoros y que los guarda en un sótano que es como una caja fuerte con la esperanza de que algún día vuelva a ser un humano y ser la bruja más poderosa de todas y poder gobernar el mundo …..
Uy uy uy uy que miedoooo
                   Fofo y los demás ratones después del trabajo cuando nadie los observa buscaban a los ratones de limpieza para ver si alguno de ellos sabía dónde se encontraba el ratón Ponchi (por cierto el ratón más viejo que se haya visto), así fueron pasando los días, meses hasta que por fin hallaron a Ponchi,  como lo leen, lo encontraron. Era una misión difícil uno de ellos tenía que arriesgarse para poder ir al encuentro del viejo ratón. Cogieron unos palitos y los rompieron en diferentes tamaños al que le tocara el palito más corto iba a ser el encargado de llegar donde Ponchi, todos eligieron sus palitos y vieron que al que le había tocado el palito más corto era a Fofo, así que él era el que tenía que ir donde Ponchi.
             Fofo tenía que arriesgar su vida, ya que el viejo ratón se encontraba dentro del cuarto de la malvada Bellalinda  para llegar al sótano donde estaba el ratón, tenía que llegar a una puerta que estaba dentro del cuarto y estaba cerrada con seguro cuya clave se encontraba dentro de un cofre y la llave de ese cofre la tenía la rata colgada a su cuello. Sólo llegar hasta el cuarto de la bruja seria difícil ya que los gatos se encontraban en los pasillos.
             Llegó el día en que Fofo tenía que entrar al cuarto de Bellalinda, los ratones planearon que tendría que ser en la madrugada cuando todos durmieran, para eso uno de los ratones que hacía la limpieza en el cuarto de Bellalinda, tendría que esconderse cuando terminara de hacer la limpieza y los demás distraer a los gatos que los vigilaban para que no se dieran cuenta que faltaba uno. Cuando los ratones terminaron la limpieza un ratón comenzó hacer sonidos raros como que se estuviera ahogando, los gatos acudieron cuando los otros ratones comenzaron a gritar el ratón dando vueltas y vueltas cayó haciéndose el muerto en ese momento se escondió  debajo de la cama el ratoncito Carlin  que era el más joven de todos, felizmente tenia una tijera escondida dentro de su bolsillo para poder cortar la cinta que tenía la llave colgada en el cuello de Bellalinda, los demás ratones cuando se acercaron los gatos al ver que el ratón se cayó, los demás se fueron del cuarto rápidamente de esa manera los gatos no les tomaron lista y dejaron al pobre ratón solo con los gatos , los gatos comenzaron a pelearse porque todos se creían con el derecho a comérselo , mientras los gatos peleaban el ratón comenzó a toser como que estuviera volviendo a la vida , los gatos se quedaron mirando al ratón y dijeron bueno no importa si nos comemos a este ratón en fin Bellalinda no se dará cuenta que falta uno…  el pobre ratón comenzó a sudar de miedo cuando los gatos empezaron otra vez a pelearse por comérselo ,  cuando de pronto sintieron el olor a humo y  escucharon un grito tan fuerte y tenebroso que saltaron hasta el techo aventando al ratón y este ni lo pensó dos veces que salió corriendo hasta llegar donde los demás que estaban esperándolo escondidos en un agujero  rezando para que los gatos no se comieran.               El ratoncito Carlin que estaba debajo de la cama salió rápidamente y esperó que Bellalinda se durmiera, muy despacito se  acerco y cortó la cinta cogiendo rápidamente la llave y salió presurosamente del cuarto, afortunadamente los gatos se habían quedado dormidos en el pasillo así pudo correr donde los demás ratones dándole la llave a Fofo para que vaya al cuarto,  abra el cofre y saque el papel que tiene el número de la clave  para poder abrir la puerta donde está el ratón Ponchi.
  ¿qué difícil misión?
                Fofo aprovechando que los gatos estaban profundamente dormidos, entró al cuarto y abrió el cofre muy pero muy despacito, felizmente que Bellalinda tenia un sueño muy profundo que nada la podía despertar , Fofo sudaba de miedo y cogiendo el papel con la clave  que estaba dentro del cofre se dirigió a abrir la puerta que daba al sótano , marcó la clave en  el seguro de la puerta  muy despacio, a Fofo le temblaba la mano y por fin el seguro se abrió y pudo abrir la gran puerta que daba al sótano , dejó la puerta junta y comenzó a bajar las escaleras todo estaba oscuro, hasta que vio una luz y un ratón muy anciano contando unas monedas, el anciano ratón se asusto de Fofo pero este le dijo muy despacio que por favor no grite que tenía que hablar con el algo muy confidencial.
                   Ponchi le contó el gran secreto de la bruja ,era que hace muchos años a Bellalinda le gustaba tomar demasiado whisky , que era su debilidad ya que no podía resistirse a un solo sorbito de este y que terminaba muy embriagada poniéndose muy feliz y tan buena que soltaba a todos los ratones presos dándoles un poco de su fortuna. Un día, cuando el trabajaba como el ratón de limpieza la rata Bellalinda comenzó a tomar y tomar, fumar y fumar haciendo que los gatos le compraran muchas botellas de whisky, ese día se embriagó tanto y también los gatos que comenzaron a soltar a todos los ratones comenzando a repartir casi toda su fortuna, pero a él (ratoncito Ponchi)  no lo dejo salir, porque él era el que tenía que acompañarla a tomar porque lo había invitado a sentarse junto a ella y también a los gatos porque ellos eran los invitados especiales  para que escucharan todas sus historias mientras bebía y bebía sujetándolo muy fuerte y también hacia que él tome y tome hasta que todos se quedaron profundamente dormidos de tanto y tanto embriagarse. Cuando despertó Bellalinda y ya le había pasado la embriaguez… vio que el único ratón que le quedaba era él y también estaban los gatos que todavía querían seguir brindando con ella.
Bellalinda se enfureció tanto, que le salió humo por las orejas y la nariz, los ojos parecían que se le desorbitaban comenzando a dar gritos y tirándoles cocachos a los gatos, gritándoles que cómo habían dejado escapar a todos los ratones. Ese día  estaba tan furiosa, que prohibió a los gatos volverle a comprar whisky nunca más en su vida, ni la quería oler ni ver las botella nunca más y si alguno le mencionaba la palabra whisky lo iba a desaparecer del mapa, para su mala suerte, Bellalinda lo condenó a estar encerrado para toda la vida en el sótano y cuando Bellalinda vio el sótano donde guardaba su dinero casi vacía porque había regalado su dinero a los ratones, Bellalinda comenzó a inflarse y ponerse verde parecía que iba a explotar , los gatos tuvieron que calmarla diciéndole que iban a traerles más ratones para que trabajen para ella. Eso fue lo que le contó a Fofo, Ponchi.
                 Fofo salió, del sótano cerro la puerta muy despacito, puso la clave en el cofre y la llave en el piso para que piense Bellalinda  que la llave se le había caído y salió del cuarto muy sigilosamente, vio que todavía los gatos estaban durmiendo así que corrió rápidamente al agujero donde lo estaban esperando. Cuando Fofo llegó todos estaban durmiendo y Fofo los despertó y les relató la historia que le había contado Ponchi…
Ya sabían los ratones el gran secreto de la malvada Bellalinda, ahora sólo necesitaban cómo conseguir las botellas de whisky para que se las tome esa malvada bruja para que los dejara escapar.
                  Un día  todos salieron a trabajar, el plan era que uno se escabullera antes de entrar a la ciudad de los humanos y se esconda cuando los gatos se distraigan, esa misión se la dieron a Rufo un ratón blanco muy delgadito que se movía muy rápido. Rufo al ver que los gatos estaban distraídos viendo a una linda gatita que pasaba por ahí, se escondió detrás de un árbol quedándose en “Ratalanthia” , todos se agruparon para que los gatos no se dieran cuenta.  Los minutos pasaban volando y Rufo buscaba un sitio donde vendieran esas botellas de whisky  hasta que en una tienda las encontró, entró y compró cuatro  botellas las más grandes y las escondió en su mochila.
  Ya se imaginarán que en la ciudad de los ratones las botellas son pequeñitas como para el tamaño de los ratones y como Bellalinda era una rata más grande de lo normal necesitarían seis botellas y en la mochila de Rufo no alcanzaban más
Rufo muy aprisa tenía que esperar al grupo que se reunirían a las afueras de la ciudad de los humanos porque los gatos tomaban lista, cuando vio llegar a cada uno del grupo se puso detrás del árbol sin que los gatos se dieran cuenta, sus amigos ya sabían que él estaría esperándolos  en ese lugar  y ellos tenían que hacer algo para que los gatos no sospecharan que faltaba uno y  él pueda   incorporarse al grupo.
                      Los gatos al ver llegar a los ratones los hicieron formar una fila Fofo para distraer a los gatos comenzó a correr en ese momento Rufo se puso en la fila y Fofo al ver que Rufo ya estaba en la fila dejó que los gatos lo atrapen, aunque le propinaron algunos cocachos no le importó ya que su amigo estaba a salvo, felizmente que los gatos no revisaban las mochilas porque Bellalinda como desconfiaba de todos se los había prohibido determinantemente.
                      Los ratones estaban felices y empezaron a cantar mientras se dirigían a la guarida de Bellalinda y aunque los gatos les gritaban que se callen ellos cantaban más fuerte. El problema era que  tenían que ocultar las botellas antes de entregarle la mercadería a Bellalinda sin que los gatos se dieran cuenta, todos habían guardado en sus bolsillos algunas monedas y dientes de leche para dárselas a Rufo para que cuando Bellalinda revise las mochilas no se diera cuenta que ese día no había trabajado.
                      Cuando llegaron Rufo le dio las botellas a uno que hacía la limpieza y las escondió en el balde de agua, todo estaba planeado  esas botellas iban a pasar de ratón en ratón hasta que lleguen a las manos de Ponchi y saben para qué, para que Ponchi cuando llegue Bellalinda viera las botellas de whisky allí, esperándola a la vista y no resistiera la tentación de tomársela una a una y libere a todos los ratones.
                       El ratón que tenía que ayudar a Bellalinda a llevar las monedas al desván sin que ella se diera cuenta, metió las botellas en una de las cajas con una nota que decía: pon las botellas donde Bellalinda las pueda verbajó al desván  poniendo todas las cajas en fila, menos  la que tenía las botellas, le dijo al ratón Ponchi muy despacito:  las botellas están aquí .y serás libre
                      Ponchi tenía que hacerlo rápido los minutos pasaban volando y Bellalinda ya estaba por bajar al sótano, sacó las botellas de la caja y las destapó cogiò  su vaso y lo llenó con un poco de whisky y lo puso en el escritorio donde Bellalinda se sentaba y estaba la computadora donde hacía sus transacciones por Internet, ella se conectaba en la PC con una clave secreta, también le gustaba entrar a una página Web donde chateaba  y ponía fotos de una modelo como si fuera ella y como su nombre decía Bellalinda tenía muchos admiradores y se pasaba muchas horas chateando… ahí le había puesto Ponchi el vaso con whisky.
  ¡ojala funcione el plan!
                        Cuando Bellalinda bajó al sótano y se sentó en su escritorio para prender su PC sintió un olor que no podía resistirse a ese aroma tan exquisito empezó a olfatear por donde venía ese olor y vio el vaso era tanta su ansiedad por el whisky que la hizo olvidar que ella se vuelve buena y suelta a todos los ratoncitos, cogiò el vaso y … —  un momento le dijo su subconsciente pero su adicción podía más y no pudo resistirse a la tentación y glub glub glub gluuuuuuuuuuuuuub se tomó todo el vaso de whisky y quería más y siguió sintiendo ese olor tan pero tan exquisito que olfateo y encontró las cuatro botellas y se las iba tomando una por una y llamó a Ponchi para que le diga a los gatos que que estaban invitados para beber whisky con ella.  Ponchi encantado, fue corriendo para decirles eso y cuando los gatos entraron al sótano encontraron a Bellalinda, que se tambaleaba de un lado a otro y les dijo: —  vengan amigos siéntense conmigo y ahora nos van a traer muchos cajones de whisky que he ordenado por Internet , los gatos brindaron con el resto de whisky que quedaba en las botellas, mientras Ponchi corría olvidándose que ya era viejo y se reunió con los demás diciéndoles que estén atentos cuando las puertas se abran para escapar.
                 Cuando llegaron los cajones de whisky los gatos se los llevaron a Bellalinda y esta comenzó a brindar y brindar…  cogiendo su micrófono empezó a decirle a todos los ratoncito que eran libres y que iba a abrir las puertas para que puedan salir y que pasen por el sótano para darles unas monedas para que se las lleven a sus familias. Ningún ratón  querían  esas  monedas solo querían  escapar y se pusieron  junto a la puerta, cuando esta se abrió se fueron corriendo tan deprisa que no pararon hasta llegar a sus hogares y reunirse con sus familias.
                    El ratón Ponchi le pidió ayuda a Fofo  pues quería vengarse de Bellalinda por todo los años que él había estado encerrado en el sótano y viendo que los gatos y Bellalinda estaban tan embriagados que se estaban quedando dormidos, esperaron un rato hasta que Bellalinda y los gatos se quedaran profundamente dormidos, entraron  y como Bellalinda había dejado la PC prendida Ponchi comenzó a buscar  en el buscador “animales en extinción” y salió una pagina donde estaban todos los animalitos que habían hallado en las calles y en una de esas fotos salía la “ardilla Pecas”. Fofo lo reconoció pues no podía olvidarse de su gran amigo por fin iba a dormir tranquilo sabiendo que su gran amigo estaba bien y que vivía en un bello lugar y esto lo tenia que saber su gran familia, después donde decía “informe donde se encuentra un animal raro o en extinción mandar un mensaje”  pusieron  la dirección para que los hombres de rescate de animales vayan y se los lleven a un sitio donde nadie debe saber donde queda, Ponchi le tomó una foto a Bellalinda y como Bellalinda era una rata muy fea y rara la envió y puso “animal no identificado especie en extinción” después en donde decía donaciones, Ponchi puso el número de cuenta de Bellalinda, él lo sabía porque siempre Bellalinda se lo hacia leer al viejo ratón, como pensaba que nunca iba a salir de allí, y Fofo ayudo a Ponchi a salir de ese feo sitio y por fin eran libres, pero Ponchi se sentía un poco afligido porque ya no tenía familia pues no sabía que había sido de ellos ,Fofo le dijo que fuera a su casa que había siempre un lugar para los buenos amigos.
                              Al día siguiente los amigos de los animales, llegaron a la guarida de Bellalinda y se asustaron al ver a ese ser  tan feo y raro, una rata inmensa diferente al resto quizás la ultima de su especie o una especie primitiva, eso pensaron los amigos de los animales, que cogieron a Bellalinda mientras dormía y la pusieron en una jaula cuando Bellalinda despertó  se vio dentro de una jaula le dio tanta cólera que comenzó a hincharse hasta explotar, cuando los amigos de los animales llegaron al zoológico y se disponían a llevar la jaula a los veterinarios se encontraron con la jaula vacía y una mancha verde y maloliente… ese fue el final de la última bruja de Salem.
                             Cuando llego Fofo a su hogar lo recibieron con mucha alegría, Pelusa estaba muy feliz por fin podía estar tranquila ya que su adorado ratoncito había vuelto a casa, Fofo les presento al viejo Ponchi y les contó todo lo que les había pasado  y también  sobre su amigo Pecas. Todos decidieron que Ponchi se quedara a vivir con ellos hasta que lo ayuden a encontrar a su familia.
                            En el mundo de los humanos,todo había vuelto a la normalidad, los niños volvieron a encontrar las monedas bajo la almohada y Fofo se sentía feliz al verlos sonreír de nuevo, aunque se les viera graciosos por algunos dientes que les faltaban.
                            En el mundo de los ratones, los ratoncitos, que repartían las monedas por fin encontraban los dientes de leche que podían cambiar por el ansiado queso que tanto hacía falta para sus familias.
                            Si alguna vez, encuentras  una rata inmensa horrorosa y tan fea como Bellalinda quizás sea una bruja.
                            

                                                  Fin

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