Había una vez… en la ciudad de los
ratones, llamada “Ratalanthia” un ratón
llamado Fofo que se alojaba en un hueco que había en la pared de un viejo
edificio... Un día decidió buscar
un buen trabajo para poder comprar más
queso para alimentar a su numerosa familia que cada día iba creciendo más y más…
Fofo salió de su casa muy temprano despidiéndose
de su esposa ratona llamada Pelusa y de todos sus hijos con un hasta luego
porque eran tantos que no pudo darle un beso a cada uno. En el camino se compró
un periódico; la mañana estaba muy
tranquila así que prefirió ir caminando porque todavía no había olvidado lo que le pasó aquel día con su
amigo la ardilla Pecas al que nunca olvidaría.
Por los alrededores no había ningún gato a la vista así que siguió
su camino tranquilamente…
Era un ratón muy precavido, siempre
llevaba un spray de pimienta en el bolsillo por si acaso se encontraba con los
gatos malvados que rondaban por todos lados siempre al acecho con el propósito de atrapar
algún ratón incauto para su cena o para
llevárselo a la malvada rata la más fea que se hubiese visto en el mundo, quizá
en el universo.
Cuentan una leyenda que hace
muchos siglos esta horrorosa rata fue una malvada y espantosa bruja que vivía
en Salem cuyo peor defecto era ser terriblemente ambiciosa. Adoraba el dinero,
el poder y odiaba tanto a los niños que disfrutaba robándoles la felicidad, observando cómo iban
creciendo tristes, amargados y cuando eran adultos no sabían amar y terminaban
siendo tan malvados como ella para siempre.
En Salem
le hicieron un juicio condenándola a ser una rata de por vida como a tantas
otras brujas malvadas quitándole sus poderes para siempre con su propia vara
mágica que después quemaron, destruyéndola eternamente para que ninguna bruja pudiera
usarla y tampoco algún mortal ambicioso (que de esos hay muchos); pero lo que no se dieron cuenta es que nunca pudieron
quitarle la maldad que fue creciendo cada día más y más… El odio a los niños
felices aumentó jurando vengarse algún día de todos.
—Se preguntarán cómo… —
Los gatos habían hecho un plan
fabuloso para atrapar muchos ratones para llevárselos a la rata malvada llamada
“Bellalinda”… ¡sí, ese era su nombre! Un
nombre que representaba todo lo contrario de lo que en la realidad era esa
malvada bruja, ella era una rata más grande que lo normal, lampiña y de color
anaranjado con los ojos saltones de color rojo… muy rojos que al mirarte sentías
el odio que despedía de ellos y toda la maldad que tenía escondida en su alma ,
sus uñas las tenía moradas por lo vieja que era y muy largas que parecían
pequeñas espadas afiladas ,sus dientes lucían muy puntiagudos y muy amarillos, ni
que hablar de su mal aliento que cuando le gritaba a los gatos ( porque a veces
se les escapaba un ratón) poniéndole la cara junto a la de ellos dándoles un
grito que hacía que el pobre gato se desmayara de la impresión y del mal olor…
— ¡Qué asco…………! —
Porque
a la rata Bellalinda le gusta fumar mucho haría cualquier cosa por un puro o un
habano fuerte muy fuerte. le gustaba que el humo invada sus pulmones soplándolo
después en fuertes bocanadas mezclando su mal aliento con el olor a tabaco por
toda la habitación haciendo que los gatos contengan la respiración por varios
minutos hasta ponerse morados eso pasaba una y otra vez mientras la ratona fuma
y fuma, habla y grita tanto que a los gatos o quién la escuche hace que le
duelan los oídos quedando mareados y aturdidos sin llegar a entender nada de lo
que les decía con esa voz más espantosa que su propio aspecto .
El plan de los gatos estaba
funcionando de maravillas, sólo necesitaban algunos ratones ingenuos que se
creyeran el cuento que ellos habían puesto en el periódico: “Ratinoticias”
; este era el periódico más famoso que leían todos los ratones de la ciudad “Ratalanthia”
y de todo el mundo, estaba traducido en varios idiomas y también tenía su
propia página Web, imagínense que popular era.
Fofo buscaba un parque en el
camino, se sentó y comenzó a leer la sección donde se buscaba trabajo en el periódico.
—
¡Un momento! ¡Oh no! El periódico que está leyendo es el ¡Ratinoticias!
Es el
periódico donde los gatos habían tendido una trampa a los pobres ratoncitos, ojalá
que no caiga en la trampa de los gatos malvados. —
Fofo
pone atención a un trabajo que dice:” se necesitan ratones de muy buena
presencia no importa experiencia, para trabajar como repartidor de monedas
acercarse a la avenida los tulipanes 520, preguntar por Bellalinda. Aparte de
su paga con el mejor queso de la ciudad se le darán muy buenas comisiones con queso
importado”.
A Fofo
le pareció que ese trabajo era fabuloso así que se dirigió a esa dirección
rápidamente (vaya a ser que haya muchos como él buscando un buen trabajo y era
una buena oportunidad como para perdérsela), fue corriendo y llegó; vio una cola enorme y un montón de ratones
como él buscando un buen trabajo, se puso en la cola y esperó su turno. Comenzó
a anochecer y ya se sentía muy cansado pero decidió esperar, lo que Fofo
observó es que parecía que les habían dado trabajo a todos porque ninguno había
salido.
—Pensó
que quizás era una enorme fábrica o empresa que necesitaban muchos ratones para
que trabajen allí —
Después de mucho esperar por fin llegó su
turno, cuando llegó a recepción vio dos botones: “uno rojo y otro verde”.
A Fofo le pareció un poco raro porque no había
nadie y se comenzó a poner muy nervioso hasta que escuchó una voz femenina que
le preguntó su nombre, contestó: —me llamo Fofo— pero no veía a nadie y la voz le seguía dando
indicaciones: — aprieta el botón verde y pregunta por Bellalinda que te va
atender personalmente, gracias—
¡Felizmente
que no le tocó el botón rojo porque Fofo se hubiera convertido en la cena de
los gatos!.....el botón rojo era para los ratones que se veían apetitosos,
gorditos, musculosos; los gatos estaban
felices pues habían muchos ratones así con esas características y se estaban
dando un gran festín, en cambio el botón verde era para los ratones
flacuchentos, escuálidos mejor dicho que pasaban desapercibidos… de esos habían
pocos ya que la nota del trabajo decía: “ muy buena presencia” , los gatos lo
habían mandado a publicar así para salir ganando, porque pensaban que la rata Bellalinda
no se merecía ganarse todos los ratones porque ellos hacían todo el trabajo de conseguírselos
a cambio de pocas latas de atún además a los gatos les gusta comer ratones.
La rata Bellalinda estaba
muy disgustada con los gatos, se paseaba
por la habitación mientras fumaba un puro tras otro nerviosamente porque ese día no estaba teniendo suerte con la
cantidad de ratones ya que sólo le habían llegado veinte. Los pobres ratoncitos
estaban amarrados en la otra habitación, no sabían qué les iba a suceder…….Bellalinda
comenzó hacer sus cálculos y el dinero que iba conseguir no era mucho, cuando
escuchó el timbre
rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnnnnnn,rrrrrrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnn,
— por fin otro ratón—
se le escuchó gritar; ya había
pasado varias horas que estaba esperando que ese timbre vuelva a sonar.
Fofo
vio que se abría una puerta y una voz espantosa le decía:
—por
favor entra—,
Tenía un mal presentimiento quiso coger su
spray de pimienta cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza. Cuando despertó
estaba amarrado junto a otros ratones que se encontraban igual de asustados que
él porque lo que tenían al frente que los miraba con esos ojos rojos riéndose
tirándoles de vez en cuando bocanadas de humo, era lo más feo que habían visto en toda sus
vidas, una inmensa rata espantosa y mal oliente, los pobres ratoncitos pensaban
que se los iba a comer. Bellalinda acercándose y tirándoles mucho humo les
dijo:
—Mis
queridos amigos—
Cuando
los pobres ratones escucharon “amigos” se calmaron un poco…
—Disculpen
que los tenga amarrados es por seguridad, lo que quiero decir es que desde hoy
ustedes mis pequeños son mis ¡esclavos!
Eso
dijo la malvada rata desde este día los ratoncitos iban a ser sus esclavos.
Fofo
no podía creerlo fue en busca de un trabajo y ahora se había convertido en un
esclavo de una rata sucia, Bellalinda les dijo: — nadie podrá escapar porque si lo hacen serán cena de
los gatos, ahora si se portan bien y hacen todo lo que les digo quizá algún día
puedan volver a ver a sus familias;
pero
si no obedecen… sus familias se convertirán en mis esclavos también —
Volviendo a repetir con su voz chillona y
espantosa:
—
y ustedes serán la mejor cena para los gatos ¡entendieron!…….
Todos los ratoncitos incluyendo a Fofo dijeron
tímidamente: —siiiiiiiiii —
Bellalinda, con su uña rompió las cuerdas que ataban a los
ratones y cuando vio que ninguno intentaba escapar les dijo: — muy bien que entendieron, ahora
les diré cuál es el trabajo que van a realizar desde hoy, estos cinco ratones
se van al área de la limpieza —
Y los
mandó rápidamente al área de la limpieza es que a Bellalinda le gustaba mucho
que todo brille y en especial las monedas que tenía en un gran almacén, esos
pobres ratones ya nunca podrían salir de allí, porque era un sitio secreto y lo
que no sabían es que iban a envejecer limpiando las monedas y nunca volverían a
ver a sus adoradas familias, felizmente que entre estos cinco ratones no estaba
Fofo...
—
¡De lo que se libró Fofo! Quizá él logre
ver a su familia algún día…., ahora quedaban dieciséis ratones, ¡cuál era el trabajo que les daría Bellalinda…….!—
Pelusa, estaba muy
preocupada por que no regresaba su adorado ratón y ya estaba amaneciendo, pensó
en llamarlo cuando ¡oh! vio que el celular de Fofo estaba en el aparador, se
había olvidado de llevárselo esto la preocupó más pues ahora sí que no sabia
como ubicarlo y ya estaba amaneciendo, Pelusa comenzó a aterrorizarle la idea
de que a Fofo le haya pasado lo mismo que a la ardilla Pecas y que nunca más
volvería a ver a su adorado ratón Fofo, ahora que le diría a sus pequeños
ratoncitos y se preocupó más todavía cuando se acordó que el queso se estaba
acabando ¡oh ¡ snif snif snif se puso a llorar desconsoladamente……………
Los dieciséis ratones entre ellos Fofo estaban muy temerosos,
uno le preguntaba al otro cuál sería el trabajo que esa fea rata les daría,
cuando
escucharon a Bellalinda decirles: —
¡cállense no murmuren a mis espaldas!
Los quiero callados muy callados, sólo pueden hablar cuando yo lo
permita ahora pongan mucha atención, pero mucha
atención —
Esto
les decía mientras meneaba el puro entre sus dedos y esparciendo el humo por
toda la habitación mientras entraban algunos ratones a limpiar los puchos de
los puros que botaba Bellalinda, después salían rápido antes que la rata los
hinque con su uña afilada o los enrosque con su inmensa cola lanzándolos como
bolos, eso la divertía mucho, Bellalinda mirándolos fijamente comenzó a
decirles cuál era el trabajo que cada uno iba a realizar , Fofo no podía creer
lo que escuchaba, él ¡no podía realizar
ese trabajo! él no era un ¡ladrón! , y gritó muy fuerte: —¡no
soy un ladrón! —
Bellalinda
cuando lo escuchó lo enrosco con su cola y lo acerco muy cerca de su cara y tirándole
una bocanada de humo que casi lo ahoga, mirándolo con sus ojos rojos le dijo: — tú tienes que hacer lo que yo
te diga o sino traigo a tu ratona y ratoncitos a hacer tu trabajo y tú te
convertirás en la cena de los gatos, decide ¡haces el trabajo sí o no! —
Fofo
se sentía derrotado tenía que aceptar ese trabajo que no le gustaba, que horror
el mismo había caído en la trampa que tendieron esos gatos. Fofo tuvo que decir
sí ya que primero era su familia y no quería que estén en la situación tan fea
en la que él estaba.
— Todos se preguntarán cuál era ese trabajo que la
rata Bellalinda les dijo a los pobres ratoncitos que tenían que realizar, pues
yo se los voy a contar, el trabajo era que los ratoncitos tenían que robarle
las “monedas” que los otros ratones les ponían a los niños cuando estos les
dejaban sus dientes de leche bajo la almohada, ¡se imaginan que mala que es! Cuántos niños se quedaron tristes al ver que
el ratón no les puso sus monedas cuando se les cayó el diente de leche y para colmo
la rata malvada también los obligaba a robarles
los “dientes de leche”, que dejan bajo la almohada antes que les pusieran las
monedas. —
¡Pobres
niños! Eso es lo que pensó el ratón Fofo, él no podría hacerles eso, porque el
ratón Fofo había trabajado por un tiempo,
como el ratón que pone las monedas a
cambio de los dientes de leche y le gustaba ver como los niños se ponían
felices al ver las monedas al día siguiente…. —
El trabajo del día había
finalizado y los ratones le llevaban a Bellalinda todas las monedas que ese día
habían robado a los niños y también los dientes de leche, Bellalinda comenzó a contar las monedas y los
dientes de leche, y no le pareció que eran suficientes, gritándoles les dijo: — que no parecía que habían ido a
todas las casas de esos niños llorones —
Bellalinda
estaba en lo cierto los ratones le habían hecho trampa pues no habían robado
las monedas y los dientes de leche a todos los niños porque algunos eran tan
tiernos que se les rompía el corazón si les quitaban las monedas de sus dientes
de leche, así que no les robaron a todos y no habían recolectado muchas monedas,
ni dientes de leche suficientes, lo que hizo enfurecer a la malvada rata fea. Era
un trabajo que no les gustaba a los ratones así que cuando los guardianes de Bellalinda
que eran los gatos tramposos, no los observaban se reunían y preparaban una
gran fuga, pero tenían que buscar cuál era el punto débil de la rata malvada
Bellalinda.
Cuando llegaba la noche los
ratones trataban de buscar a los ratones que trabajaban limpiando las monedas porque
ellos eran los más antiguos ya que nunca volvieron a salir de ese lugar, y
podían conversar con los ratones que hacían la limpieza porque ellos les
llevaban las monedas al desván y ellos estaban más cerca de Bellalinda. Uno de
esos ratones les contó que un día un ratoncito llamado Ponchi que sería uno de
los sobrevivientes de los primeros ratones que atraparon los gatos para
llevárselos a Bellalinda les contaron que él descubrió el secreto más guardado
de la rata malvada, y que por eso lo condenó a estar solo en un desván contando
las monedas que la rata cambia por tesoros y que los guarda en un sótano que es
como una caja fuerte con la esperanza de que algún día vuelva a ser un humano y
ser la bruja más poderosa de todas y poder gobernar el mundo …..
— Uy
uy uy uy que miedoooo—
Fofo y los demás ratones después
del trabajo cuando nadie los observa buscaban a los ratones de limpieza para
ver si alguno de ellos sabía dónde se encontraba el ratón Ponchi (por cierto el
ratón más viejo que se haya visto), así fueron pasando los días, meses hasta
que por fin hallaron a Ponchi, como lo
leen, lo encontraron. Era una misión difícil uno de ellos tenía que arriesgarse
para poder ir al encuentro del viejo ratón. Cogieron unos palitos y los
rompieron en diferentes tamaños al que le tocara el palito más corto iba a ser
el encargado de llegar donde Ponchi, todos eligieron sus palitos y vieron que
al que le había tocado el palito más corto era a Fofo, así que él era el que
tenía que ir donde Ponchi.
Fofo tenía que arriesgar su vida,
ya que el viejo ratón se encontraba dentro del cuarto de la malvada Bellalinda para llegar al sótano donde estaba el ratón,
tenía que llegar a una puerta que estaba dentro del cuarto y estaba cerrada con
seguro cuya clave se encontraba dentro de un cofre y la llave de ese cofre la
tenía la rata colgada a su cuello. Sólo llegar hasta el cuarto de la bruja
seria difícil ya que los gatos se encontraban en los pasillos.
Llegó el día en que Fofo tenía que
entrar al cuarto de Bellalinda, los ratones planearon que tendría que ser en la
madrugada cuando todos durmieran, para eso uno de los ratones que hacía la
limpieza en el cuarto de Bellalinda, tendría que esconderse cuando terminara de
hacer la limpieza y los demás distraer a los gatos que los vigilaban para que
no se dieran cuenta que faltaba uno. Cuando los ratones terminaron la limpieza
un ratón comenzó hacer sonidos raros como que se estuviera ahogando, los gatos
acudieron cuando los otros ratones comenzaron a gritar el ratón dando vueltas y
vueltas cayó haciéndose el muerto en ese momento se escondió debajo de la cama el ratoncito Carlin que era el más joven de todos, felizmente
tenia una tijera escondida dentro de su bolsillo para poder cortar la cinta que
tenía la llave colgada en el cuello de Bellalinda, los demás ratones cuando se
acercaron los gatos al ver que el ratón se cayó, los demás se fueron del cuarto
rápidamente de esa manera los gatos no les tomaron lista y dejaron al pobre
ratón solo con los gatos , los gatos comenzaron a pelearse porque todos se
creían con el derecho a comérselo , mientras los gatos peleaban el ratón comenzó
a toser como que estuviera volviendo a la vida , los gatos se quedaron mirando
al ratón y dijeron bueno no importa si nos comemos a este ratón en fin Bellalinda
no se dará cuenta que falta uno… el
pobre ratón comenzó a sudar de miedo cuando los gatos empezaron otra vez a
pelearse por comérselo , cuando de
pronto sintieron el olor a humo y escucharon un grito tan fuerte y tenebroso que
saltaron hasta el techo aventando al ratón y este ni lo pensó dos veces que
salió corriendo hasta llegar donde los demás que estaban esperándolo escondidos
en un agujero rezando para que los gatos
no se comieran. El
ratoncito Carlin que estaba debajo de la cama salió rápidamente y esperó que Bellalinda
se durmiera, muy despacito se acerco y cortó
la cinta cogiendo rápidamente la llave y salió presurosamente del cuarto,
afortunadamente los gatos se habían quedado dormidos en el pasillo así pudo
correr donde los demás ratones dándole la llave a Fofo para que vaya al cuarto,
abra el cofre y saque el papel que tiene
el número de la clave para poder abrir
la puerta donde está el ratón Ponchi.
—
¿qué difícil misión? —
Fofo aprovechando que los gatos
estaban profundamente dormidos, entró al cuarto y abrió el cofre muy pero muy
despacito, felizmente que Bellalinda tenia un sueño muy profundo que nada la podía
despertar , Fofo sudaba de miedo y cogiendo el papel con la clave que estaba dentro del cofre se dirigió a
abrir la puerta que daba al sótano , marcó la clave en el seguro de la puerta muy despacio, a Fofo le temblaba la mano y por
fin el seguro se abrió y pudo abrir la gran puerta que daba al sótano , dejó la
puerta junta y comenzó a bajar las escaleras todo estaba oscuro, hasta que vio
una luz y un ratón muy anciano contando unas monedas, el anciano ratón se
asusto de Fofo pero este le dijo muy despacio que por favor no grite que tenía
que hablar con el algo muy confidencial.
Ponchi le contó el gran
secreto de la bruja ,era que hace muchos años a Bellalinda le gustaba tomar demasiado
whisky , que era su debilidad ya que no podía resistirse a un solo sorbito de
este y que terminaba muy embriagada poniéndose muy feliz y tan buena que
soltaba a todos los ratones presos dándoles un poco de su fortuna. Un día,
cuando el trabajaba como el ratón de limpieza la rata Bellalinda comenzó a
tomar y tomar, fumar y fumar haciendo que los gatos le compraran muchas
botellas de whisky, ese día se embriagó tanto y también los gatos que
comenzaron a soltar a todos los ratones comenzando a repartir casi toda su
fortuna, pero a él (ratoncito Ponchi) no
lo dejo salir, porque él era el que tenía que acompañarla a tomar porque lo había
invitado a sentarse junto a ella y también a los gatos porque ellos eran los
invitados especiales para que escucharan
todas sus historias mientras bebía y bebía sujetándolo muy fuerte y también
hacia que él tome y tome hasta que todos se quedaron profundamente dormidos de
tanto y tanto embriagarse. Cuando despertó Bellalinda y ya le había pasado la embriaguez…
vio que el único ratón que le quedaba era él y también estaban los gatos que
todavía querían seguir brindando con ella.
Bellalinda
se enfureció tanto, que le salió humo por las orejas y la nariz, los ojos
parecían que se le desorbitaban comenzando a dar gritos y tirándoles cocachos a
los gatos, gritándoles que cómo habían dejado escapar a todos los ratones. Ese
día estaba tan furiosa, que prohibió a
los gatos volverle a comprar whisky nunca más en su vida, ni la quería oler ni
ver las botella nunca más y si alguno le mencionaba la palabra whisky lo iba a
desaparecer del mapa, para su mala suerte, Bellalinda lo condenó a estar
encerrado para toda la vida en el sótano y cuando Bellalinda vio el sótano
donde guardaba su dinero casi vacía porque había regalado su dinero a los
ratones, Bellalinda comenzó a inflarse y ponerse verde parecía que iba a
explotar , los gatos tuvieron que calmarla diciéndole que iban a traerles más
ratones para que trabajen para ella. Eso fue lo que le contó a Fofo, Ponchi.
Fofo salió, del sótano cerro
la puerta muy despacito, puso la clave en el cofre y la llave en el piso para
que piense Bellalinda que la llave se le
había caído y salió del cuarto muy sigilosamente, vio que todavía los gatos
estaban durmiendo así que corrió rápidamente al agujero donde lo estaban
esperando. Cuando Fofo llegó todos estaban durmiendo y Fofo los despertó y les
relató la historia que le había contado Ponchi…
Ya
sabían los ratones el gran secreto de la malvada Bellalinda, ahora sólo
necesitaban cómo conseguir las botellas de whisky para que se las tome esa malvada
bruja para que los dejara escapar.
Un día todos salieron a trabajar, el plan era que uno
se escabullera antes de entrar a la ciudad de los humanos y se esconda cuando
los gatos se distraigan, esa misión se la dieron a Rufo un ratón blanco muy
delgadito que se movía muy rápido. Rufo al ver que los gatos estaban distraídos
viendo a una linda gatita que pasaba por ahí, se escondió detrás de un árbol quedándose
en “Ratalanthia” , todos se agruparon para que los gatos no se dieran cuenta. Los minutos pasaban volando y Rufo buscaba un
sitio donde vendieran esas botellas de whisky hasta que en una tienda las encontró, entró y compró
cuatro botellas las más grandes y las
escondió en su mochila.
—
Ya se imaginarán que en la ciudad de los ratones las botellas son pequeñitas
como para el tamaño de los ratones y como Bellalinda era una rata más grande de
lo normal necesitarían seis botellas y en la mochila de Rufo no alcanzaban más —
Rufo
muy aprisa tenía que esperar al grupo que se reunirían a las afueras de la
ciudad de los humanos porque los gatos tomaban lista, cuando vio llegar a cada
uno del grupo se puso detrás del árbol sin que los gatos se dieran cuenta, sus
amigos ya sabían que él estaría esperándolos en ese lugar y ellos tenían que hacer algo para que los
gatos no sospecharan que faltaba uno y
él pueda incorporarse al grupo.
Los gatos al ver llegar a
los ratones los hicieron formar una fila Fofo para distraer a los gatos comenzó
a correr en ese momento Rufo se puso en la fila y Fofo al ver que Rufo ya
estaba en la fila dejó que los gatos lo atrapen, aunque le propinaron algunos
cocachos no le importó ya que su amigo estaba a salvo, felizmente que los gatos
no revisaban las mochilas porque Bellalinda como desconfiaba de todos se los
había prohibido determinantemente.
Los ratones estaban
felices y empezaron a cantar mientras se dirigían a la guarida de Bellalinda y
aunque los gatos les gritaban que se callen ellos cantaban más fuerte. El
problema era que tenían que ocultar las
botellas antes de entregarle la mercadería a Bellalinda sin que los gatos se
dieran cuenta, todos habían guardado en sus bolsillos algunas monedas y dientes
de leche para dárselas a Rufo para que cuando Bellalinda revise las mochilas no
se diera cuenta que ese día no había trabajado.
Cuando llegaron Rufo le
dio las botellas a uno que hacía la limpieza y las escondió en el balde de agua,
todo estaba planeado esas botellas iban
a pasar de ratón en ratón hasta que lleguen a las manos de Ponchi y saben para
qué, para que Ponchi cuando llegue Bellalinda viera las botellas de whisky allí,
esperándola a la vista y no resistiera la tentación de tomársela una a una y
libere a todos los ratones.
El ratón que tenía que
ayudar a Bellalinda a llevar las monedas al desván sin que ella se diera cuenta,
metió las botellas en una de las cajas con una nota que decía: — pon las botellas donde Bellalinda
las pueda ver— bajó al desván poniendo todas las cajas en fila, menos la que tenía las botellas, le dijo al ratón Ponchi
muy despacito: — las botellas están aquí .y serás libre—
Ponchi tenía que hacerlo
rápido los minutos pasaban volando y Bellalinda ya estaba por bajar al sótano,
sacó las botellas de la caja y las destapó cogiò su vaso y lo llenó con un poco de whisky y lo
puso en el escritorio donde Bellalinda se sentaba y estaba la computadora donde
hacía sus transacciones por Internet, ella se conectaba en la PC con una clave
secreta, también le gustaba entrar a una página Web donde chateaba y ponía fotos de una modelo como si fuera
ella y como su nombre decía Bellalinda tenía muchos admiradores y se pasaba
muchas horas chateando… ahí le había puesto Ponchi el vaso con whisky.
—
¡ojala funcione el plan! —
Cuando Bellalinda bajó
al sótano y se sentó en su escritorio para prender su PC sintió un olor que no
podía resistirse a ese aroma tan exquisito empezó a olfatear por donde venía
ese olor y vio el vaso era tanta su ansiedad por el whisky que la hizo olvidar
que ella se vuelve buena y suelta a todos los ratoncitos, cogiò el vaso y … — un momento— le dijo su subconsciente
pero su adicción podía más y no pudo resistirse a la tentación y glub glub glub
gluuuuuuuuuuuuuub se tomó todo el vaso de whisky y quería más y siguió sintiendo
ese olor tan pero tan exquisito que olfateo y encontró las cuatro botellas y se
las iba tomando una por una y llamó a Ponchi para que le diga a los gatos que que
estaban invitados para beber whisky con ella. Ponchi encantado, fue corriendo para decirles
eso y cuando los gatos entraron al sótano encontraron a Bellalinda, que se
tambaleaba de un lado a otro y les dijo: — vengan amigos siéntense
conmigo y ahora nos van a traer muchos cajones de whisky que he ordenado por
Internet —, los gatos
brindaron con el resto de whisky que quedaba en las botellas, mientras Ponchi corría
olvidándose que ya era viejo y se reunió con los demás diciéndoles que estén
atentos cuando las puertas se abran para escapar.
Cuando llegaron los cajones de
whisky los gatos se los llevaron a Bellalinda y esta comenzó a brindar y
brindar… cogiendo su micrófono empezó a
decirle a todos los ratoncito que eran libres y que iba a abrir las puertas
para que puedan salir y que pasen por el sótano para darles unas monedas para
que se las lleven a sus familias. Ningún ratón querían
esas monedas solo querían escapar y se pusieron junto a la puerta, cuando esta se abrió se fueron
corriendo tan deprisa que no pararon hasta llegar a sus hogares y reunirse con
sus familias.
El ratón Ponchi le pidió
ayuda a Fofo pues quería vengarse de Bellalinda
por todo los años que él había estado encerrado en el sótano y viendo que los
gatos y Bellalinda estaban tan embriagados que se estaban quedando dormidos, esperaron
un rato hasta que Bellalinda y los gatos se quedaran profundamente dormidos,
entraron y como Bellalinda había dejado
la PC prendida Ponchi comenzó a buscar
en el buscador “animales en extinción” y salió una pagina donde estaban
todos los animalitos que habían hallado en las calles y en una de esas fotos salía
la “ardilla Pecas”. Fofo lo reconoció pues no podía olvidarse de su gran amigo
por fin iba a dormir tranquilo sabiendo que su gran amigo estaba bien y que vivía
en un bello lugar y esto lo tenia que saber su gran familia, después donde decía
“informe donde se encuentra un animal raro o en extinción mandar un mensaje” pusieron la dirección para que los hombres de rescate
de animales vayan y se los lleven a un sitio donde nadie debe saber donde queda,
Ponchi le tomó una foto a Bellalinda y como Bellalinda era una rata muy fea y
rara la envió y puso “animal no identificado especie en extinción” después en
donde decía donaciones, Ponchi puso el número de cuenta de Bellalinda, él lo sabía
porque siempre Bellalinda se lo hacia leer al viejo ratón, como pensaba que
nunca iba a salir de allí, y Fofo ayudo a Ponchi a salir de ese feo sitio y por
fin eran libres, pero Ponchi se sentía un poco afligido porque ya no tenía
familia pues no sabía que había sido de ellos ,Fofo le dijo que fuera a su casa
que había siempre un lugar para los buenos amigos.
Al día siguiente
los amigos de los animales, llegaron a la guarida de Bellalinda y se asustaron
al ver a ese ser tan feo y raro, una
rata inmensa diferente al resto quizás la ultima de su especie o una especie
primitiva, eso pensaron los amigos de los animales, que cogieron a Bellalinda
mientras dormía y la pusieron en una jaula cuando Bellalinda despertó se vio dentro de una jaula le dio tanta cólera
que comenzó a hincharse hasta explotar, cuando los amigos de los animales
llegaron al zoológico y se disponían a llevar la jaula a los veterinarios se
encontraron con la jaula vacía y una mancha verde y maloliente… ese fue el final
de la última bruja de Salem.
Cuando llego Fofo a su hogar lo recibieron
con mucha alegría, Pelusa estaba muy feliz por fin podía estar tranquila ya que
su adorado ratoncito había vuelto a casa, Fofo les presento al viejo Ponchi y
les contó todo lo que les había pasado y
también sobre su amigo Pecas. Todos decidieron
que Ponchi se quedara a vivir con ellos hasta que lo ayuden a encontrar a su
familia.
En el mundo de los humanos,todo había vuelto a
la normalidad, los niños volvieron a encontrar las monedas bajo la almohada y Fofo
se sentía feliz al verlos sonreír de nuevo, aunque se les viera graciosos por
algunos dientes que les faltaban.
En el mundo de los
ratones, los ratoncitos, que repartían las monedas por fin encontraban los
dientes de leche que podían cambiar por el ansiado queso que tanto hacía falta
para sus familias.
Si alguna vez,
encuentras una rata inmensa horrorosa y
tan fea como Bellalinda quizás sea una bruja.
Fin